¡Manos a la obra!

Desde marzo estamos viviendo situaciones muy complicadas; meses sin poder ver a nuestros amigos y familiares en muchos casos, meses de incertidumbre y meses de adaptación.

Sin duda, el confinamiento ha sido una experiencia muy dura para muchos, y nos ha llevado en parte, a aprender a invertir nuestro tiempo de manera diferente a cómo lo hacíamos hasta ese momento. Solíamos llevar un ritmo tan frenético, que hasta nos parecía que no nos daba tiempo a hacer todo lo que queríamos y lo paradójico es que solíamos hacer siempre lo mismo. Muchas veces con la excusa de no tener tiempo y muchas otras porque pensamos que “ya somos demasiado mayores” para ponernos creativos.

Esas barreras se han roto para muchos bahianos durante estos meses y han querido compartir con todos nosotros sus experiencias:

Volviendo a la infancia…

Gabriel decidió coger el DeLorean y volver atrás en el tiempo a esos momentos en los que disfrutaba construyendo fuertes y cabañas, pero esta vez acompañado de sus hijos. Aprovechando que estaban en la aldea con los abuelos, hicieron una búsqueda de material reciclado y construyeron esta maravillosa cabaña, ¡de la que ya no quieren salir!

Practicidad en tiempos de Pandemia…

A Juan esto del teletrabajo no lo cogió preparado y ante la falta de un lugar para trabajar, en vez de hacer un pedido a Ikea, decidió ponerse manos a la obra. El resultado como podéis ver es impresionante… ¡como si se tratase del mismísimo Kristian Pielhoff!

Una nueva disciplina fitness…

Una de las modas más fuertes de este confinamiento ha sido, sin duda, el ponerse a hacer ejercicio en casa. Aitana, a pesar de que nunca ha sido muy aficionada al deporte, ha decidido crear el “sachofitness”, una nueva disciplina que cambia las mancuernas (ante la imposibilidad de encontrarlas disponibles en el Decathlon) por el sacho, esa herramienta tan venerada por todos nuestros abuelos.

Los resultados han sido estupendos: además de ponerse en forma, ha disfrutado de un tiempo maravilloso junto a su hija y, sobre todo, ¡de unos ricos y frescos manjares!

Como se suele decir “nunca hay mal que por bien no venga” y aunque todavía nos quedan por delante meses complicados de nuevo, es importante que sigamos disfrutando de las cosas que nos hacen felices, por pequeñas que sean y sea cual sea el resultado final.