Una parte importante de los proyectos que generamos en Bahía tiene que ver con el desarrollo de herramientas de administración electrónica en el sector público, concretamente con la Xunta de Galicia, que es uno de nuestros principales clientes.
En los últimos años, hemos trabajado mucho y nos hemos posicionado como referentes en desarrollo de aplicaciones de e-administración para las consellerías de Medio Rural y Montes.
Nos reunimos con Julián Sobrino para que nos cuente más detalles sobre los éxitos que el equipo ha conseguido en este último año.
¿Cuántos concursos habéis ganado en 2021?
Hemos cerrado el año con cinco nuevos concursos y un proyecto de mantenimiento de todas las aplicaciones del área forestal, que son un total de catorce y que implican un mantenimiento evolutivo, correctivo y de soporte. Ello reforzará la vinculación con la Consellería de Medio Rural durante varios años más.
Además, colaboramos en otros proyectos, donde podríamos destacar el de la CUI (Civil UAVs Initiative). Se trata de una iniciativa estratégica pionera en Europa liderada por la Xunta de Galicia, mediante la cual, utilizando drones y satélites desarrollamos diferentes aplicaciones para la gestión de montes: control de plagas, ordenación de terreno, detección de cortas ilegales, etc.
A los concursos nos presentamos múltiples empresas, entre ellas dos multinacionales muy representativas del sector IT. Aún así, Bahía consiguió transmitir la confianza que nos da años de dedicación e innovación.
¿Cuál crees que ha sido la clave para sacar adelante tantos concursos?
Nuestro equipo lleva años trabajando en proyectos relacionados. La experiencia siempre nos ha dado cierta ventaja a la hora de asumir nuevos retos y buscar soluciones a problemas sobrevenidos.
Por otro lado, mantenemos un trato muy cercano con el cliente. Las reuniones semanales, en las que también participa el equipo, nos ayuda a entender las necesidades y ofrecer mejoras a la idea inicial.
El tercer elemento fundamental es, sin duda, el ambiente que hay entre los compañeros. Buscamos la colaboración, la aportación de ideas, poner en valor el esfuerzo que hace cada uno de nosotros y conseguir el apoyo entre compañeros. En nuestro equipo, las victorias son de todos, al igual que los errores. Nuestra implicación es total.
¿Qué crees que aporta el equipo al desarrollo de estos proyectos?
Somos un referente para las diferentes comunidades autónomas, incluso para otros países de Europa. Hace cinco años, el sector forestal estaba obsoleto tecnológicamente y, siendo parte de la estrategia de digitalización de la Xunta de Galicia, conseguimos hacer grandes avances.
¿Qué aportan estos proyectos o aplicaciones al conjunto de la sociedad?
Con estos proyectos hemos conseguido agilizar procesos y trámites, tanto al ciudadano como a la empresa privada; ahorro económico y mayor control de las gestiones. Además, colaboramos en la optimización de recursos y a la reducción de plazos administrativos. Y, en la misma línea, con estas nuevas herramientas de gestión facilitamos la adaptación a los nuevos requisitos de mercado, cada vez más digitalizado y con nuevas exigencias como por ejemplo para la obtención de los sellos para la certificación forestal, el marcaje con código QR para la entrada en fábrica de madera, etc.
Un ejemplo claro es la aplicación que desarrollamos para realizar las subastas públicas de madera de forma telemática. Lo que antes conllevaba un desplazamiento a las instalaciones y la celebración de la subasta durante cuatro o cinco horas, ahora se realiza virtualmente en una hora.
Lo mismo sucede con la integración en la web para la solicitud de cortas. Si bien antes la solicitud requería acudir a la Administración, presentar documentos, estampación de cuño y acudir a otro organismo para la concesión del permiso, ahora las empresas pueden exportar la información directamente desde la base de datos y hacer varias gestiones simultáneas.
¿Qué es lo más difícil a la hora de trabajar en este tipo de proyectos?
Las iniciativas que llevamos a cabo son ambiciosas, suponen cambios importantes. De modo que, en muchas ocasiones, es difícil las empresas conciban el resultado. Conseguir que compartan nuestra visión y las ventajas que van a aportarles a medio plazo resulta complicado. Cierto es que a los pocos meses ven el avance y se sienten agradecidos.
Otra cuestión importante es que, al gestionar tantas aplicaciones, el volumen de trabajo es muy alto. Requiere un esfuerzo importante por parte de todo el equipo.